(reseña) La casa agramatical de Luis Rafael García

Autor: Luis Rafael García Lorente
Título: La casa agramatical y otros cuentos cáusticos
Editorial: Portilla
Género: Relatos
Páginas:

Este libro de cuentos, con alrededor de 190, en su mayoría de humor, es una exhibición de escepticismo absoluto. Aquí todo se cuestiona menos la cuestionabilidad de todo. Este escepticismo mira el mundo de los hombres con un claro pesimismo, dudando de la posibilidad de que el mundo se arregle alguna vez o que alguien alcance alguna vez la felicidad tal y como la imagina. Pero aquí no se observa este panorama con lágrimas de dolor en los ojos sino de risa en la mayoría de las ocasiones. El lenguaje es claro y conciso, no sobran palabras y están usadas con precisión.

En lo que todos podríamos coincidir es que todos podemos escribir y publicar, pero otra bien distinta es escribir un libro que emocione, te guste, te den ganas de seguir leyendo y no dejarlo hasta llegar al final, a la última palabra, al último punto, y es lo que pasa con este libro.
Lleno de cuentos que llegan, con mensaje, sarcásticos, alegres, tristes, duros, "blandos", cada uno de ellos tiene un poco de todo, te llegan al corazón y te hacen pensar. Y este autor ha sabido hacerlo, plasmarlo y de una forma "escondida" plasmar parte de sus sentimientos y forma de pensar.
No quiero contar de que va cada cuento no me gusta el spoiler en las reseñas.
Debo decir que tiene una estructura cuidada, sin faltas de ningún tipo, la portada es perfecta para el libro además de llamativa.
Este libro tiene cuentos de todas las clases y de todos los estilos, pero bien elegidos para este libro, ninguno desentona, aunque son relatos autoconclusivos, es como pequeños cuentos dentro de uno grande, no pueden estar el uno sin el otro.

Nací en abril de 1965 en La Campaneta, una pedanía de Orihuela (Comunidad Valenciana), de padres agricultores. Estudié en la Universidad de Murcia la especialidad de Filología Hispánica. Por problemas de fobia social y salud mental, hube de dedicarme a compartir con mi padre las tareas agrícolas del negocio familiar a la salida de la universidad y durante más de 20 años. Aunque siempre había escrito relatos, tras la muerte de mi padre, experimenté de modo imperioso el impulso espiritual de compartir el producto de mi creatividad con los demás a la vez que de abrir mi corazón al afecto y la solidaridad con mis semejantes. Para ambos propósitos, encontré en internet una herramienta inigualable e imprescindible. En 2010 me compré mi primer ordenador y desde febrero de 2011 publico relatos y poemas en mis blogs y en múltiples plataformas de la red. Mi norma estilística es que, si lo que escribo es confuso, mejor que sea por la naturaleza del tema en sí que por mi culpa y mi ley moral es la generosidad por encima de todo.

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