Título: Caminos del destino
Editorial: Innovación
Género: Narrativa
Páginas: 242
ISBN: 978-84-938491-9-1
Precio (en euros): 15
Toni es un joven que intenta sobrellevar las continuas discusiones entre sus padres y el alcoholismo de su madre. Pronto tendrá que afrontar la muerte de Sofía, su amiga y la única persona que parecía entenderle.
Esta adolescencia traumática, cargada de dolor y frustración, le abrirá las puertas del cosmos, y descubrirá que las capacidades humanas se alejan de los límites que nos hemos impuesto, y que existen energías y fuerzas que desconocemos.
No obstante, nada es casual: Toni, sublimado en Leviathan, tendrá que valerse de ellas para luchar por un destino del que depende todo: el suyo, el destino del Elegido.
Llevo tiempo con este libro colocado en mi estantería, sin leer... y la verdad es una lectura que no me ha gustado en absoluto y explicaré por qué.
Está novela está catalogada como narrativa, cosa que no debería ser, ya que tiene extructura de teatro, es decir, que a lo largo (y ancho) del libro aparece el nombre del/la protagonista con dos puntos y lo que dicen. La verdad es que es algo que resulta bastante molesto, que dificulta muchisimo la lectura, y hace que la novela se haga pesada y aburrida, por este tema además de que es así durante las 242 páginas que tiene el libro
Respecto a la historia, la idea no está nada mal, es bastante original, pero si hubiese sido una novela propiamente dicha, el libro hubiese valido mucho más la pena de leer y, desde mi humilde opinión, más fácil de leer, más divertido y como no, más bestial.
Para rematar, otro punto que no me ha gustado en absoluto de esta historia, es que los personajes son demasiado llorones, tristes, deprimidos, conversaciones demasiado repetitivas, demasiado agobio, pesimismo.....
Y el final es demasiado feliz e increible teniendo en cuenta que es una novela, como acabo de decir, triste y depresivo, cuesta creer que tenga ese final.
No he conseguido indentificarme con ninguno de los protagonistas que conforman este libro.
Opinión de Luis:
Hola aprendices!. Hace poco leí este libro que me dejó mi esposa y la verdad es que me sorprendió gratamente cuando empecé a ojearlo. Me pareció fresco y ameno aunque triste, al principio, luego empecé a alucinar y os explicaré el por que.
A medida que iba leyéndolo no me lo podía creer. Estaba leyendo lo que podría ser perfectamente un capítulo de la serie de anime "Bola de dragón". Los seres con superpoderes, que vuelan, que se transforman, para adquirir nuevos poderes, que lanzan rayos con sus manos; los combates que arrasan ciudades, o la destrucción de la Tierra a manos del malo lo he visto muchas veces en mi juventud al ver esa serie. Casi me esperaba que el protagonista masculino lanzase un "kamehameha" y ya hubiéramos tenido a Goku haciendo de las suyas. Si hasta se transforman en "supersayans", con varios tipos de transformaciones que los hacen más y mas poderosos. Al protagonista se le incrementa la musculatura, le crece el pelo larguísimo y le sale ¿un aura? ¿No os suena terriblemente conocido eso? ¿O cuando se eleva y resucita a todos los terrestres? ¿O volar dejando una estela? Eso también salió en DragonBall. Debo pues decir que la idea no me parece nada original.
Como veis originalidad poca, además de que mi esposa tiene razón: al parecer una obra de teatro se hace bastante pesada e incómoda de leer, triste, y lo que empezó muy bien se estropeó irremediablemente. Debo decir que además de decepcionante se me ha hecho dura de leer así que sintiéndolo mucho le debo dar una nota baja.
Tras las numerosas peticiones, hoy Toni Tresserras trabaja en la segunda parte de Caminos del destino, “La venganza Fraternal”, que esperamos vea la luz en unos meses.
Madre mía, con semejante reseña va a ser que no lo leeremos.
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