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lunes, 24 de febrero de 2014

Un blog se va.. otra se muda..

Como era de preveer Las Hadas Verdes cierra sus puertas.

Este blog no se va a cerrar, debido a la cantidad de reseñas, entrevistas y entradas varias, además del esfuerzo que nos costó a José y a mi (Susana) crear este blog de la nada.

José desaparece del mundo de internet (y blogger) ya que va a ser padre además sigue en recuperación de una pierna.

Susana (yo) seguiré reseñando, entrevistando y haciendo mis entradas,pero no en este blog,me quedo donde anuncié en su momento, en Learning True con mi pareja (http://learning-true.blogspot.com.es/).

TODAS LAS RESEÑAS Y ENTREVISTAS PENDIENTES SE HARÁN EN LEARNING TRUE.
MAIL DE CONTACTO: aprendiendo.sencillamente@gmail.com

Y Noelia, intentó que no se cerrase el blog, pero ya no tiene tiempo,  encontró trabajo.

domingo, 16 de febrero de 2014

nueva dirección blog.

Hadas y had@s

Os invitamos a seguir leyéndonos en

http://lashadasverdes2.blogspot.com.es/

el blog será igual, y como veis solo cambia el numero 2 en el link, pero nos resultaba imposible solucionar los problemas con el lateral.

Os esperamos!

sábado, 15 de febrero de 2014

Ganadora concurso España

Hola a todos Os traemos la persona que ha ganado los 3 libros de nuestro último concurso (ver aquí), tienes hasta el martes (incluido) para mandar todos tus datos postales (NOTA: si eres de Canarias o Baleares también necesitamos tu DNI), poniendo como asunto "Ganadora concurso España" a aprendiendo.sencillamente@gmail.com y aquí vaaaaaaaaaamossss.

viernes, 14 de febrero de 2014

Iris T Hernández - Mi momento

Autor: Iris T Hernández
Título: Mi momento
Editorial: éride ediciones
Género: erótico
Páginas: 192
ISBN: 978-84-15883-78-4
Precio (en euros): 15 euros (también disponible en e-book?
Sinopsis:
Noa es una joven empresaria, que tras asumir la dirección de su propio estudio de interiores se ha centrado en un único objetivo: obtener el éxito que había prometido años atrás, dejando caso por completo a un lado su propia vida personal
Pero nunca hubiese imaginado que la persona que podría ayudar a que su empresa fuese reconocida, sería la que le haría volver a sentir aquella pasión perdida. Mark es atractivo y ardiente, combinación perfecta para que cualquier mujer se rinda ante él.
Su cuerpo y su mente intentan negarse con todas sus fuerzas a lo que su corazón siente, pero sin poder remediarlo, cae ante los sentimientos que cada día se intensifican más hacia ese hombre.
El destino se encargará de golpear duramente a ambas partes, provocando tomar decisiones drásticas, enfrentándose directamente a la pasión indescriptible que ambos sienten cuando están cerca el uno del otro. 

Noa, es una joven sencilla que tras recibir unos duros golpes, se obsesiona en su trabajo como vía de escape olvidándose de algo obvio y necesario. ¡vivir!

Con solo una amiga, Alma, es con ella con la que busca evadirse de sus responsabilidad en la empresa, acudiendo con esta al gimnasio, y de vez en cuando dejarse ver en sociedad saliendo a cenar. Pero su vida solitaria cambia cuando gracias a un nuevo mega proyecto, conoce a Mark. Un hombre joven, guapo y talentoso, quien contrata a la empresa de interiores de Noa para su nuevo proyecto. Él, aparte de un nuevo proyecto también significara un Gran cambio en la vida de Noe y de aquí en adelante se verá la evolución sentimental de ella, quien ha vivido un poco con miedos y anclada en el pasado. Su vida cambiara y regresará a la vida

Todo contado por Noa, nos lo cuenta de una forma amena. No se corta para contarnos las escenas de cama entre ella y Mark, y aquí, es donde peca bajo mi humilde opinión. 

Las escenas de sexo son .....demasiado obscenas. El leer de puño y letra, sin pelos en la lengua, como Mark le introduce el dedo en el ano, y como ella sangra etc..... para mi no es grato. 

Algo positivo ha sido el darme con el muro, cuando pensé que una consulta al medico acabaría de cierta forma, y me sorprendió que acabara tirando por otra rama. 


 
Le doy 3 alas de mariposa.
Le doy algo más que un aprobad. 
Para toda la gente, decir, el libro esta recibiendo muy buenas criticas, todo es dependiendo gustos.

@Noelia_F_G

miércoles, 12 de febrero de 2014

Día de ¿lectura? ¿Quién dijo eso?

Hola hadit@s

Hoy seré yo quien os regale algo que leer. Algo quizá vomitivo para vuestros ojos jajaja aunque espero que no :D
no tenía ningún relato, ni historia, ni algo similar.
Lo que os regalo aquí sólo es un párrafo. Unas líneas cargadas de fuerzas y ánimo para todos aquellos que en este momento están pasando un mal momento y ven todo demasiado oscuro.

¡Ojalá os guste!


domingo, 9 de febrero de 2014

Novedades Editorial circulo rojo

Hola Had@s. 
Supongo que a muchos de vosotros también os han llegado las novedades de la Editorial Circulo Rojo. ¿Cuáles os llaman más la atención?


Imágenes integradas 16No entrarás al lavabo de las chicas

En un instituto de Secundaria, una chica y un chico de Tercero de la ESO mantienen una tormentosa relación sentimental, por causa y efecto de las estratosféricas exigencias de la chica. ¿Logrará "el caballero medieval", como le llama ella, "sacar a su dama de todos los atolladeros"? En "No entrarás al lavabo de las chicas" está la respuesta





miércoles, 5 de febrero de 2014

Miércoles con Fran - - La Novia Helada

Bueno chicos, espero que de todo corazón os guste la lectura que he preparado para el primer día 

La Novia Helada”

       El chico dejó su maleta encima de la cama y se acercó al enorme ventanal que daba a la calle. Los pestillos estaban cerrados a cal y canto y no logró abrir la ventana para que entrara el aire frío que corría por la calle. No pudo encontrar nada mejor con el poco tiempo del que dispuso, aquel pequeño y lúgubre hostal sería su alojamiento por aquella noche. A la mañana siguiente ya buscaría un hotel en condiciones.
       Miró atónito por la ventana. Para colmo, las vistas desde su habitación, desde esa segunda planta, eran ni más ni menos que las del cementerio del pueblo. Allí estaba, al otro lado de la calle, separado de ésta únicamente por un muro de unos dos metros de altura. El chico se quedó un momento observando el camposanto. Se notaba que era muy antiguo, había pocos nichos en altura, y la mayoría de tumbas estaban bajo tierra, sólo sobresalían algunos montículos junto a las lápidas, y en algunos casos una buena construcción de mármol y varios panteones de gran tamaño. Ricos y pobres compartían suelo en aquel lugar.       Varias veredas adoquinadas transitaban por entre los cuerpos de los que allí descansan eternamente, y media docena de bancos de piedra adornaban aquel jardín de tranquilidad. Un escalofrío recorrió todo su cuerpo y decidió apartarse de la ventana y deshacer la maleta. Acto seguido bajaría a cenar y se iría pronto a descansar. El viaje había sido largo y a otro día tenía mucho trabajo por delante, además de encontrar un mejor alojamiento, por supuesto. Se quitó su traje y lo colgó convenientemente del armario, se vistió con sus vaqueros, una camiseta y su americana y bajó a recepción. El mismo señor con cara seria que le atendió para darle las llaves estaba allí, detrás del mostrador. Juraría que no se había movido ni un milímetro desde aquel momento.
- Disculpe, ¿tienen comedor aquí?
- Sí, señor, está al fondo del pasillo. Servimos la cena hasta las once de la noche.
- Muy amable. Otra cosa, si me lo permite. Me alojo en la 11, y hace bastante frio en la habitación, ¿funciona la calefacción?
- Sí, señor. Es una instalación antigua de radiadores de agua caliente. ¿Quiere que suba a ponerla en funcionamiento?
- Se lo agradecería enormemente.
- Faltaría más. No se preocupe, usted cene tranquilo, señor.
- Gracias.
         El chico atravesó el pasillo hasta llegar al salón comedor. No cenó demasiado, a pesar de tener que reconocer que la comida de aquel lugar era excelente, quizás era lo mejor de todo aquel establecimiento.
Cuando pasó frente al mostrador se sorprendió de no ver al recepcionista. Tal vez estaría con lo de la calefacción de su habitación.
        Entró en la habitación esperando encontrarse con aquel señor tan “risueño”, pero no fue así, no había nadie en la habitación, pero se notaba la calidez que desprendían los radiadores, ya no hacía frio en la habitación. Podría dormir plácidamente al menos.
        Se sentó al borde de la cama y sacó su cajetilla de Marlboro y el encendedor. «Un cigarro y a dormir», se dijo. A la segunda calada observó la vieja mesita de noche, de madera caoba bastante deteriorada por el paso del tiempo y de su uso, y no pudo resistirse a abrir el pequeño cajón. Encontró una vieja foto en su interior. La foto de una mujer vista de espaldas, con un vestido que se asemejaba al de una novia, y que en una de sus manos sostenía un paraguas enrollado. Cogió la foto y miró el reverso, había unas palabras anotadas: “Te esperaré, inmóvil” El chico dejó la foto en el cajón y se levantó a mirar de nuevo por la ventana. Dos caladas más y a dormir. No se oía casi nada, tan sólo el rumor del viento silbando por entre las grietas de las casas, arrastrando las hojas caducas de los álamos que adornaban la calle, y la oscuridad de los rincones a donde no llegaba la mortecina luz de la luna. Y entonces surgió como de la nada, cerró los ojos para acabar con la última calada y al abrirlos allí estaba, al otro lado de la calle, al otro lado del muro, paseando por la vereda adoquinada del cementerio. Sí, era una mujer, una chica joven, con un vestido largo de color vino. Hasta con la luz de la luna resaltaba aquel vestido en lo gris de la noche. Paralizado observaba a aquella chica. ¿Qué hacía allí a esas horas? ¿Y sola? ¿Y en el cementerio? ¿Estaría visitando a algún familiar? Todas estas preguntas corrieron por su mente cual pólvora a la que se le acerca la llama, hasta que de repente la chica se detuvo y miró hacia la ventana donde se encontraba Él. Se quedó ahí, quieta, mirando fijamente, y al chico se le cortó la respiración cuando le pareció advertir que le hacía un gesto con la cabeza para indicarle que fuera con ella. ¿Estaba ocurriendo todo aquello? ¿No estaría dormido y su mente le ensoñaba todo aquello? ¿Qué debía hacer?
         LA decisión la tomó en el instante en que la muchacha le inquirió de nuevo que fuese a su vera, y esta vez no hubo duda porque se lo hizo saber extendiendo el brazo e indicándoselo con su mano. ¿Para qué seguir negando lo evidente? No era un sueño. Aquella muchacha de cuerpo grácil y negra melena hasta la cintura lo estaba reclamando por alguna razón que no alcanzaba a comprender. Adelante. El chico rodeó su cuello con la bufanda, salió de la habitación y bajó presto las escaleras. No había nadie en la recepción, y al fondo del pasillo, en el salón comedor se oía el rumor de los cubiertos. Mejor, pensó, así que no hay que dar explicaciones. Abrió el portón del Hostal y salió a la calle. El helado viento lo estremeció como si lo hubiese atravesado de costado a costado, y el joven avanzó decidido a saltar el muro que lo separaba de aquella mujer. No le resultó muy difícil alcanzar el otro lado, y para cuando lo logró, ya no estaba la mujer de rojo. No se veía a nadie. El silencio se hizo poderoso, diríase que incluso el valiente viento se escondió en aquel mismo momento.
         El chico echó a andar por la vereda de adoquines. Sus pasos al pisar las hojas secas iban dejando un eco moribundo que parecía no regresar, y después de un buen rato de caminar detrás de lo que le parecía la sombra de una mujer, llegó a una pequeña plaza.
         Y allí estaba. Pero no era la chica que había visto desde su ventana. No, no era. Aquella mujer que tenía frente a él era otra, ésta carecía de vida, era una bella mujer inerte, inmóvil, el vestido no tenía color alguno, su larga melena ondulada parecía helada por el frio. Pero era hermosa, la mujer más hermosa que había visto jamás, y la deseaba con todo su ser, y la muchacha parecía llamarlo en silencio, sin palabras, y el buen muchacho obedecía, y se acercó, y se arrodilló a los pies de su joven amada, y soñó, soñó con ella…

       La mañana del día siguiente era fría, muy fría, en el pueblo amaneció todo helado. La noche más fría del año había pasado por el pueblo dejando un manto de rocío congelado por las calles, las casas y los árboles.
No se hablaba de otra cosa en el pueblo. ¿Quién sería aquel muchacho? Esa era la pregunta que todos se hacían. Lo demás ya lo imaginaban.
        El chico lo encontraron muerto por hipotermia, arrodillado y abrazado a los pies de la hermosa estatua que hay en el cementerio, la que todos llaman la Novia Helada por su triste final.
En la placa que hay a sus pies hay grabada una inscripción…
Te esperaré, inmóvil”

The End”
Fran
@fmcazorla1




domingo, 2 de febrero de 2014

Nueva hadita

Buenas tardes pequeñas Had@s
¿Cómo lleváis eso de que el fin de semana acabe?

El miércoles os presente a Fran y la idea de que todos los miércoles alguien os escriba relatos, historias y más. Pero tenía pendiente en presentaros a la nueva Hadita.

¡Os presento a Estefanía!

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